26.7.06

mis montañas

sería un canje de varios miles de cosas y luego una permuta radical a lo vegetal.
a pesar de todo, se esperan socios ilusorios para abordar algún día de alguna manera este lugar.

5.7.06

retorno de la cosa líquida

Qué alivio estar a tiempo.* ** ***
Ocurre que, en un rato solo nocturno de esta cadena de días de mala baraja cósmica, y contando con un presente ánimo de 'no televisión' y de 'nada será televisado', ya había alcanzado j.j. una buena cantidad de folios llenos, todos y cada uno escritos como en una catarata compulsa de la cosa líquida que resulta ser el escribir (líquida cosa que evidentemente debería hacerse en mayor o mejor medida), folios ésos donde se decía una también compulsa de párrafos que relataban la última y abatida visita del Ruiseñor a la casa de la calle del hombre del pararrayos, casa que hay que decir que parece ser hoy una afiebrada casita de muñecas febriles.
Pues, en fin, ahí se decía también sobre todo el uso de los participios que tangueramente hace S. Ruiz cuando se abate, asunto este que, de pura compulsión o compulsa, llevaba a cien miles de miles de notas al pie (todo muy Real de Azúa) y desde aquellos pies que no sobre la tierra llevaban aquellas notas aéreas, a su vez, a una teoría de la lengua y del habla, y de ahí a una teoría de la literatura había un pasito que por suerte líquidamente se ha diluido, bien porque era muy tarde o bien porque es tarde.
Y qué alivio hacer cosas con las manos y haberse comprado una lupa, y qué alivio que el Navokov que haya dentro del gallo sepa que deberá esperar su espera (porque ahora mismo j. j. tiene que termometrar una fiebre probable), y qué alivio que L. le haya guardado al gallito unos terapéuticos números de teléfono a los que llamará ya, mañana, de parabienes.

* j.j. anota su agradecimiento acorazonado por el hecho de que sigan pasando por su cubil esos tales cuatro o cinco lectores tribales, parroquianos de mi aquí hechos de piedra imán, y bien también les ruega que sigan pasando por.
** j.j. agradece a T. el agua bendita que le diera en un frasco de sales de baño, agua esa que serviría para el inmediato retorno de la energía necesaria para calentar todas las aguas no benditas (o biendichas) que usa a diario su casa de muñecas febril, niñas febriles.
*** j.j. agradece a PP. que le haya dado a leer un párrafo de calvino sobre la humanidad del agua, y agradece el haber leído el párrafo acuoso y humano.

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